CRUDO O TOSTADO
HISTORIA
La semilla de sésamo es una de las plantas cultivadas más antiguas del mundo. Fue muy estimado en Babilonia y Asiria hace al menos 4.000 años. Según la ley hindú, las semillas son un símbolo de inmortalidad. Los egipcios y los persas molían las semillas en harina, mientras que los romanos hacían pan. Hoy, en China, Japón e India, es una fuente importante de aceite de cocina.
El sésamo (Sesamum indicum) o ajonjolí, como se le conoce en español, llegó a los trópicos del Nuevo Mundo con las primeras colonias, y muchos países de América Latina siguen siendo productores tradicionales de semillas de sésamo. Desafortunadamente, los costarricenses no son grandes consumidores de sésamo, por lo que a menudo es difícil encontrar semillas frescas para recetas que requieren sésamo o siembra. Busque semillas de sésamo en las tiendas naturistas locales. Solo se utilizan semillas frescas sin pelar para plantar.
DIFERENCIAS
Las semillas de sésamo crudo son un alimento versátil porque se pueden incluir en todo tipo de preparación, son prácticos para añadirlos a cualquier comida elaborada en casa. Antes de comer el sésamo crudo hay que abrir la semilla para aprovechar las propiedades que contiene. Se suelen añadir a guisos, ensaladas, en cereales como el muesli y el yogurt.
Las semillas de sésamo tostado son nutritivas y gustosas, su sabor es similar a las nueces. El proceso de tostado ayuda a reducir la humedad, para así aumentar su tiempo de conservación; también libera el colesterol en la semilla haciéndolo más sano y nutritivo. El uso del sésamo tostado resalta el sabor de otras comidas.