La lectura tiene un sinfín de beneficios, sobre todo si es un hábito que se cultiva desde edades tempranas. Leer potencia la imaginación, ayuda al niño a aprender, a divertirse solo y favorece nuestra capacidad de concentración. Para desarrollar el interés de los niños por la lectura os dejamos algunos consejos:
1.Libertad de elección. El niño tiene capacidad crítica y se le debe dejar que él mismo seleccione los libros que quiere leer.
2.No imponer la lectura. En este aspecto hay que ser asertivo y jugar con la recompensa para incentivar la lectura.
3.Entender la lectura como un juego. Enseñar la cara amable y lúdica de los libros y dejar que el niño acceda al mundo de la lectura por su propio pie es la mejor manera de favorecer su inquietud por la misma. Leer debe ser un acto placentero.
4.Leer en espacios creativos. Las bibliotecas son un espacio idóneo para leer, estudiar, pero no nos podemos olvidar de que los parques y otros espacios abiertos también son perfectos para disfrutar de un libro, siempre mejor en compañía de los padres.
5.Establecer una rutina diaria. Buscar un espacio y un tiempo diario para que el niño lo dedique a la lectura, como por ejemplo, antes de ir a dormir o justo después de la merienda.
6.Abrir las puertas a la lectura digital. La lectura y el mundo digital están cada día más y más ligados, con la llegada de las tablets y los móviles llegaron los libros interactivos en los que el niño construye su propia historia. Hay que tratar de adecuarse a las nuevas tecnologías y considerar que el papel y la tinta electrónica son capaces de convivir perfectamente.
7.Fomentar el disfrute. La lectura puede ser vista como una manera de disfrutar y se tiene que desterrar la idea extendida de que la lectura es una forma de ocio solitaria. Hacer excursiones al campo para leer, ir al parque o aprovechar los domingos por la mañana para leer todos juntos en el sofá son pequeños gestos que tanto grandes como pequeños disfrutarán y que nos ayudarán a fomentar la lectura en casa.