Encuentro en Bruselas para conmemorar la trayectoria de la producción ecológica

Ecovalia destaca en el encuentro el valor de la producción ecológica española

Ecovalia, la asociación española de la producción ecológica, en colaboración con IFOAM Organics Europe, han celebrado un encuentro en Bruselas con parlamentarios y representantes de diferentes organizaciones. Ecovalia destacó el papel del sector ecológico en las últimas 3 décadas y acentuó la necesidad de apostar por el consumo en los próximos años. Además, en el encuentro, se celebraba los 30 años de trayectoria en el sector de la producción ecológica de Ecovalia.

En el encuentro se han tratado temas como: el desarrollo del sector en España, la labor que a desempeñado para posicionarse entre los primeros países de la Unión Europea, el papel de Ecovalia o la defensa de los intereses de los productos ecológicos. Se presentaron parlamentarios europeos, representantes de diferentes organizaciones afines a la producción ecológica -FIBL, TP Organic, FABRE TP o Plants for A Future-, miembros de diferentes gobiernos europeos y sudamericanos y gobiernos autonómicos en Bruselas.

Presidente de Ecovalia

El presidente de Ecovalia mencinó en su discurso que  “hemos querido acercar hasta Bruselas, el corazón de Europa, el trabajo que nuestra entidad viene realizando desde hace ya más de 30 años por el sector de la producción ecológica española”. Además, añade que la propia Comisión “ha puesto al sector en el centro de la mesa a través del Pacto Verde Europeo y, por eso, no nos podemos desviar del objetivo que marcó de que el 25% de la superficie agraria útil de Europa tiene que estar en ecológico en 2030”.

Para conseguir los retos para los próximos años, Barrera ha concluido que es necesaria “una apuesta a todos los niveles por el consumo de productos ecológicos no solo de la ciudadanía, sino también de las administraciones a través de las compras públicas. Especial atención hay que prestar a la nueva tendencia de `lavado de imagen´ que se está haciendo de determinados productos no ecológicos para presentarlos bajo la apariencia de sostenibles con la intención de ocupar el puesto que ocupa la producción ecológica, que es el único sistema reglado bajo una norma común a 320 millones de europeos, que se ha demostrado que cuida la salud de las personas y del medio ambiente”.